El Tribunal Permanente de los Pueblos concluyó que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, incurrió en crímenes contra la humanidad y violaciones de los derechos humanos por su cuestionada gestión frente a la pandemia de la Covid-19 que ha dejado hasta ahora 684.000 muertes y unos 34,5 millones de casos.
La sentencia simbólica tras el juicio público al que fue sometido el jefe de Estado de Brasil fue leída este jueves en una audiencia en la Universidad de Sao Paulo por integrantes de este tribunal internacional de opinión, creado en Roma en 1979 y cuyas decisiones tienen carácter moral pero no jurídico, ya que no impone penas.
El líder ultraderechista fue juzgado este año durante la quincuagésima sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) ante una denuncia presentada en mayo por diferentes organizaciones brasileñas de defensa de los derechos humanos, como la Comisión Arns y la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil.
El jurado simbólico del organismo concluyó que Bolsonaro contribuyó directamente en la muerte de un elevado número de brasileños por las omisiones y acciones equivocadas de su Gobierno en el combate a la pandemia.
El capitán de la reserva del Ejército llegó a tratar a la covid como una «gripecita»; atrasó la compra de las vacunas; puso en duda la eficacia de los inmunizantes, y se opuso a las medidas de distanciamiento social recomendadas en todo el mundo.
«Quedó establecido que Bolsonaro cometió dos actos ilegales: una grave violación de los derechos humanos y un crimen contra la humanidad por haber optado por una política de salud contraria al aislamiento, la prevención del contagio y la vacunación», según la sentencia leída por el argentino Eugenio Raúl Zaffaroni, actualmente uno de los miembros de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La gestión del Gobierno brasileño frente a la pandemia, agrega la sentencia, «provocó de forma dolosa la muerte de decenas de miles de personas».
«No hay duda de que miles de vidas se perdieron (en Brasil) por efectos de las decisiones del Gobierno presidido por Bolsonaro. No se puede considerar que este dolo fue eventual, ya que las muertes resultaron de la intención de privilegiar la economía en detrimento de la vida humana», agrega la sentencia.
El tribunal, sin embargo, desestimó la acusación de genocidio contra Bolsonaro, por las dificultades para probar que el presidente tenía la intención de provocar las muertes.
La sentencia recomienda a los demandantes que presenten una denuncia ante el Tribunal Penal Internacional.
El jurado responsable por la condena estuvo integrado por reconocidos juristas internacionales como el exjuez italiano Luigi Ferrajoli; los argentinos Zaffaroni y Alejandro Macchia; los portugueses Boaventura de Sousa Santos y Luís Moita, el suizo Jean Ziegler y la británica Vivien Stern.
Las conclusiones del Tribunal de los Pueblos son semejantes a las de una comisión del Senado brasileño que investigó la gestión de la pandemia durante poco más de seis meses y concluyó en octubre del año pasado con un durísimo informe en el que formuló gravísimas acusaciones contra el líder de la ultraderecha.
La mayoría de esas acusaciones, sin embargo, fueron rechazadas por la Corte Suprema o archivadas por la Fiscalía.
La gestión de Bolsonaro frente a la pandemia se ha convertido en uno de los principales motivos de debate en la campaña para las elecciones presidenciales del 2 de octubre, en las que el mandatario aspira a ser reelegido.