Tres muertos y más de 700 heridos en los dos nuevos terremotos que han sacudido hoy el sureste de Turquía, derribando algunos edificios y causando el pánico entre los supervivientes de los fuertes seísmos de hace dos semanas, que han causado al menos 41.000 muertes.
El nuevo temblor causó heridas a más de 200 personas, cuyas lesiones varían desde fracturas óseas hasta desmayos, y provocó algunos derrumbes parciales en las zonas de las provincias noroccidentales de Idlib y Alepo en manos de la oposición, dijeron los Cascos Blancos en su cuenta de Twitter.
«Nuestros equipos están trabajando para trasladar a los heridos hasta los hospitales, inspeccionar las áreas afectadas y quitar los escombros para reabrir las carreteras a los peatones y las ambulancias», explicaron los rescatistas, activos en los bastiones rebeldes de Siria.
Hasta el momento, no se ha informado de nuevas víctimas en las zonas controladas por el Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, varias de las cuáles sí fueron duramente golpeadas por el seísmo del pasado 6 de febrero.
El balance total de muertos en Siria por el terremoto inicial de hace dos semanas se sitúa en 3.688 y el de heridos en más de 14.700, si bien las principales fuentes en los diferentes territorios han dejado de actualizar sus cifras con frecuencia y otras ofrecen recuentos considerablemente superiores.
El denominado Gobierno Interino, de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora en el exilio, habla ya de casi 4.500 fallecidos solo en las regiones opositoras.