Rihanna elevó lo electrónico a otro nivel en el medio tiempo del Super Bowl. ¿Alguien lo duda?
Siete años tenía la cantante, de 34 años, nacida en Barbados, sin pisar un escenario y su regreso fue más que contundente. Nada más y nada menos que en el medio tiempo de uno de los eventos deportivos más esperados y con más exposición comercialmente (que atrae a más de 112 millones de espectadores, como ocurrió el año pasado).
Tal y como lo prometió en una de las entrevistas que concedió antes del show, una Rihanna de rojo de pies a cabeza, que podría estar atravesando por su segundo embarazo, hizo un recorrido por los más grandes éxitos de su carrera, los cuales incluyeron: Bitch Better Have My Money, Work y Umbrella, entre otros.
Y es que la estrella no se limitó a impresionar a la audiencia del Super Bowl, tecnológicamente, coreográficamente y visualmente, la cantante (quien hizo un derroche de garbo y personalidad), fusionó nuevamente en su repertorio algunos géneros caribeños con música pop.
¿La actuación de Rihanna supera a la de Michael Jackson, Beyoncé o Shakira y JLo en el intermedio del evento deportivo, entre otros performances? Según el criterio de esta periodista de espectáculos, la respuesta es negativa, pero la misma no se considera la dueña de la verdad. En todo caso, la de la estrella morena de impactantes ojos claros estuvo lleno de frescura, despliegue tecnológico y un ambiente de avanzada. Como ocurre tradicionalmente, el público será quien decida.