El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, anunció que el próximo 15 de enero se llevarán los restos simbólicos del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa al Panteón Nacional, para rendirle honores a este gran educador. Además, resaltó la importancia de la coherencia entre el pensamiento humanista, bolivariano y futurista del siglo XXI que se tiene en el país, esto como referencia a la educación que se imparte en cada una de las instituciones educativas a nivel nacional.
El jefe de Estado también subrayó que, después de Simón Rodríguez, el gran sabio de la pedagogía, es el gran maestro Prieto Figueroa, quien estará donde debe estar, con los héroes de toda Venezuela.
Asimismo, señaló que el maestro Prieto Figueroa fue un maestro liberador, humano, por lo que enfatizó: «El maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa entra por la puerta grande del Panteón, junto al pueblo, con honores especiales, militares y honores del Estado».
El maestro Prieto Figueroa nació el 14 de marzo de 1902 en La Asunción, estado Nueva Esparta. Desde los 18 años de edad se desempeñó como educador y en el año 1959 fundó el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE).
A lo largo de su trayectoria, realizó gran cantidad de obras escritas dirigidas al mejoramiento del ejercicio docente y tuvo una participación activa en la política del país, especialmente durante los turbios años desde 1941 a 1948.
Es reconocido por la creación de la Federación Venezolana de Maestros, así como el Proyecto de Ley Orgánica de Educación Nacional del año 1948.
Siempre estuvo en la vanguardia estratégica en el ámbito educativo, las cuales permanecen vigentes y que, a pesar de la simplicidad con que planteó su filosofía, sus aportes fueron numerosos.
Dirigió su trabajo hacia la dignificación de la profesión docente a través de su continua formación, concientización y compromiso con sus funciones; liderizó el proceso de descubrir y encauzar el potencial que cada estudiante posee para su desarrollo humano y el de la sociedad.
Fue el primero en reconocer que los estudiantes no son objetos de la educación, sino más bien sujetos protagonistas activos de este proceso y, por lo tanto, es necesario considerar sus individualidades. Siempre luchó por la masificación de la educación.