Este miércoles el mandatario ruso, Vladimir Putin ofreció una videoconferencia con el Gobierno y declaró que la economía de su país «demuestra una dinámica positiva desde julio del año pasado».
Según el mandatario la tendencia se hizo realidad gracias a que las empresas lograron ubicarse en nichos abandonados por compañías occidentales, así como por el desarrollo «activo» de los lazos con países del Este y del Sur «de rápido crecimiento».
«Sin embargo, la vuelta a la senda del crecimiento no debe relajarnos. Hay que apoyar, fortalecer las tendencias positivas en nuestra economía, garantizar la soberanía tecnológica, financiera y de recursos humanos. Y hay que actuar con rapidez, sin burocracia y sin dilación, porque las restricciones ilegítimas impuestas contra la economía rusa, de hecho, pueden afectarla negativamente a medio plazo», advirtió Putin.
En esta línea de ideas, el mandatario instó a asegurar el crecimiento «sostenible» de la demanda interna, dado que, en las condiciones actuales, este indicador se convierte en «el factor clave» del desarrollo económico.
Señaló que la demanda interna del país debe mantener una correlación con la meta de inflación fijada por el Banco Central.
Bajada de inflación y paro en mínimos históricos
Putin dijo que en marzo la inflación en el país se situará por debajo del 4 % y «seguirá ralentizándose», a tenor de «algunas estimaciones», lo que debe acelerar los ingresos reales de la ciudadanía. «Destaco que los salarios y la renta real disponible del conjunto de la población han empezado a subir de nuevo en términos reales», aseguró Putin, si bien dijo que aún se trata de cifras «muy modestas».
Aunque el nivel de desempleo sigue «en mínimos históricos», el jefe del Estado advirtió que esto no significa que se hayan resuelto todos los problemas en el mercado laboral ruso.
Comercio exterior y desafíos en la industria manufacturera
Por otra parte, el presidente resaltó que los volúmenes del comercio exterior de Moscú con sus socios principales siguen en aumento, lo que se debe a la «reestructuración de la logística».
Entre otros asuntos, el mandatario abordó el desarrollo de la industria manufacturera, cuya dinámica «sigue siendo débil», situándose «por debajo del nivel del año pasado». Ante esta situación, Putin exigió al Ejecutivo «recuperar las ramas más afectadas» por las sanciones antirrusas, como la automovilística y la maderera, al tiempo que instó a poner en marcha nuevos proyectos, prestando especial atención a la producción de alta tecnología.