Es necesario que renazca una clase de políticos emergentes capaces de recobrar la confianza en los ciudadanos, rescatar el voto, proponer el debate político de altura y lograr darle otra cara a la política venezolana que merece ser rescatada y enaltecida
La política siempre estará presente en la vida de los ciudadanos, aunque algunos suelan afirmar que la política no sirve, no es útil, o es dañina, todos los ciudadanos se convierten en actores políticos dado al rol que ejercen en cada una de las acciones de sus vidas.
La política al igual que la vida es un proceso de negociación continua, de llegar a acuerdos, buscar entendimientos, realizar planes, programas y proyectos, encontrar alianzas, de lograr avanzar a pesar de las crisis y conflictos, la vida implica el ejercicio de la política de forma permanente.
La clase política venezolana del gobierno y la oposición se empeñan en oscurecer la verdadera acción de la política, y es allí donde radica la razón por la cual en los estudios cualitativos y cuantitativos los porcentajes (%) de rechazo a los políticos es muy alto; sin embargo, no existe desaprobación a la acción política per se.
Los ciudadanos aspiran tener políticos responsables, preparados, formados, emprendedores, con las habilidades y destrezas necesarias para el ejercicio del poder y de la vida pública.
En la situación actual, es necesario que renazca una clase de políticos emergentes capaces de recobrar la confianza en los ciudadanos, rescatar el voto, proponer el debate político de altura y lograr darle otra cara a la política venezolana que merece ser rescatada y enaltecida.
Venezuela tiene antecedentes de haber logrado formar dirigentes en escuelas de gobiernos de América y Europa que le dieron prestancia a la formación política. Los partidos como Acción Democrática y COPEI tenían escuelas de estudios políticos para formar a sus dirigentes, para proponer políticas públicas en las diferentes áreas, para ostentar y alcanzar el poder, para organizar a la dirigencia política por centros de votación del país, para promover y defender el voto, entonces se debe recuperar la forma de hacer política y profesionalizarla.
Se debe cerrar el ciclo de la mediocre política para que nazca la política de calidad con dirigentes visionarios y tolerantes para el debate, es el momento de rescatar el país.
Los políticos venezolanos necesitan volver a retomar la calle, visitar las comunidades, hablarle a la gente, ir puerta a puerta, necesitan de nuevo salir a sudar, a escuchar a la gente, la política no puede ser sólo de redes sociales, de programas de televisión y de radio, la política no puede ser sólo de quejas, de llorar por todo, y excusarse en que el gobierno es el responsable de todo lo malo cuando gracias a los errores de la oposición el gobierno ha sobrevivido a pesar de tener un alto rechazo popular.
Llegó el momento de hacer política para los políticos y para que eso se logre necesitamos de una clase ciudadana que se active y les exija a sus representantes mayor responsabilidad en sus acciones como gobernantes, como dirigentes, como líderes, los ciudadanos deben pasar de la crítica a la acción, de la queja al planteamiento de soluciones, llegó el momento de que entre todos se logre salvar a Venezuela.
Como lo dijo Verónica Luna: «Los políticos y gobernantes necesitan de ciudadanos exigentes que los obliguen a ejercer sus funciones con eficiencia, una sociedad pasiva recibirá acciones de gobiernos pasivas».