Revitalizar el crecimiento: una agenda urgente para América Latina y el Caribe
América Latina y el Caribe ha avanzado lenta pero consistentemente en solucionar los desequilibrios provocados por la pandemia, en un entorno internacional que apenas comienza a mostrar señales de estabilización. No obstante, aún queda mucho por hacer y persisten desafíos como corregir los desequilibrios fiscales, recuperar el poder adquisitivo y recobrar los avances logrados en reducción de la pobreza de la década anterior. Sin embargo, el objetivo central de la región sigue siendo mejorar las anémicas tasas de crecimiento. Según el informe, se prevé que el PIB regional se expanda un 1,6% en 2024, con expectativas de crecimiento del 2, 7% y 2, 6% para 2025 y 2026, respectivamente. Estas cifras son las más bajas en comparación con todas las demás regiones del mundo, y resultan insuficientes para fomentar la prosperidad.
El crecimiento podría ser impulsado por una mayor competencia en las economías de la región, junto a las inversiones complementarias necesarias para mejorar las capacidades de las empresas y los trabajadores, así como mejoras en los sistemas nacionales de innovación que permitan el desarrollo, difusión y utilización de ideas, productos y procesos nuevos.