El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llamó este lunes a «todas las fuerzas políticas» a unirse en torno a su candidatura para derrotar al actual gobernante, Jair Bolsonaro, en la segunda vuelta de los comicios.
«Tenemos que cerrar acuerdos y conversar con todos los que no votaron por nosotros», afirmó Lula, tras una reunión con el comité de su campaña, tras la victoria en las presidenciales del domingo con un 48,4 % de los votos, frente al 43,2 % que obtuvo el líder ultraderechista.
El objetivo de Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, es ahora conformar un «bloque democrático» más amplio que la coalición progresista de diez partidos con la que se presentó a esta cita electoral y para ello pretende sumar a los candidatos derrotados en primera ronda.
En este contexto, la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) y coordinadora de la campaña, Gleisi Hoffmann, anunció que ya han entrado en contacto con el Partido Democrático Laborista (PDT), cuyo abanderado fue Ciro Gomes, hoy enemistado con Lula.
«Nos gustaría mucho tener a Ciro Gomes en la campaña» y también a la senadora Simone Tebet, candidata del Movimiento Democrático Brasileño (MDB, centroderecha), expresó Hoffmann.
Tebet, que ganó en popularidad tras sus apariciones en los debates por televisión, fue la gran sorpresa de la primera vuelta de los comicios al quedar en tercer lugar con el 4,1 % de los apoyos. Gomes quedó cuarto con el 3,0 %.
Ambos suman unos 8,5 millones de votos que la campaña de Lula considera cruciales para amarrar el triunfo en el balotaje.
Hoffmann también amplió ese llamado a Soraya Thronicke, aspirante a la Presidencia por Unión Brasil (centroderecha), partido con el que también han empezado a hablar.
Lula también quiso mandar un mensaje de alerta a la propia militancia del PT: «A partir de mañana, es menos hablar entre nosotros y más con el elector; no necesitamos conversar con el que ya votó por nosotros y sí con aquellos que parece que no lo hacen».
En este contexto, insinuó que parte de los esfuerzos de cara a las próximas cuatro semanas de campaña los destinará a Sao Paulo y Minas Gerais, los dos mayores colegios electorales del país y donde obtuvo resultados peores de los previstos.
