El Big Data se expande a la velocidad de la luz. Las herramientas para el procesamiento de datos se extiende cada vez a más sectores, y la política no es ninguna excepción. El Big Data se ha vuelto cada vez más indispensable en las campañas electorales, aunque la realidad es que el uso de estos macrodatos por los gobiernos y cómo influye en las campañas también es una preocupación.
Otros sectores como la banca, la sanidad, las telecomunicaciones o incluso, consultoras de marketing digital, también utilizan los macrodatos como herramienta para entender y predecir el comportamiento del cliente y mejorar la experiencia del mismo. Nadie puede negar que su importancia es imprescindible, pero lo que más preocupa es su uso de forma ética.
Uno de los objetivos principales de los departamentos de marketing de las empresas es la obtención de macrodatos. Un estudio de IBM sobre el uso del Big Data en el mundo, revela que la infraestructura del Big data de las empresas encuestadas se reparte de la siguiente forma:
- El 64% lo hace para integrar información
- El 54% lo dedica a almacenamiento escalable
- El 59% a warehouse de alta capacidad
- El 58% de las empresas que afirmaron haber puesto en marcha iniciativas de Big Data cuentan ya con procesos de ciberseguridad sólidos.
Dicho estudio también afirma que a medida que las empresas comiencen a recabar datos de nuevas fuentes de información como las redes sociales, será necesario adoptar medidas de seguridad más contundentes. Por esta razón, la demanda de profesionales expertos en el manejo de grandes masas de datos, así como expertos en ciberseguridad está experimentando un crecimiento muy alto. Por eso, ante esta intensa demanda, los centros de formación están dando respuesta y cada vez hay un abanico más amplio de metodologías de formación, como los bootcamps en data science, que están especialmente diseñados para formar alumnos en tiempo récord gracias a su metodología eminentemente práctica.
Además, por si no fuera poco, las normativas existentes sobre privacidad siguen evolucionando y pueden cambiar enormemente de un país a otro. Algunos de los últimos escándalos que han puesto en duda la seguridad de nuestros datos han sido el caso de Facebook y Cambridge Analytica o la campaña de Trump. Este caso, que provocó un auténtico incendio en las redes sociales, llevó a Facebook a la mayor crisis de reputación en su historia.
Por si no lo recuerdas, la Comisión Federal del Comercio de EE.UU. (FTC), investigó a Facebook por compartir datos de cerca de 50 millones de usuarios a la compañía Cambridge Analytica que habrían sido utilizados para predecir el voto e influir sobre los votantes, a favor del presidente Trump.
¿Qué datos pueden obtenerse con el Big Data?
En todo tipo de estudios de mercado, incluso los políticos, se requieren segmentaciones y seguimiento de datos. Las campañas electorales se basan en descubrir cómo llegarle a un segmento de la población, y cómo ofrecer lo que necesitan para conseguir su apoyo electoral.
Hoy en día, el Big Data hace posible automatizar ingentes cantidades de datos, una tarea que sería imposible para un ser humano. En el caso de la política, las interacciones e incluso el uso de etiquetas o palabras clave en las redes sociales puede ser determinante para saber cómo dirigirse en la campaña. Esto va más allá de encuestas y otras formas de medición tradicionales.
Estos datos pueden determinar la estrategia que siga un partido político. Pero, ¿qué datos pueden recabar con el Big Data?
- Información sobre el comportamiento del segmento de población electoral.
- Gustos e intereses de un segmento en cuestión. Gracias a la recogida de datos mediante el rastreo de la actividad de los ciudadanos en las redes sociales y páginas web, pueden elaborar perfiles ideológicos de cada uno e incluso enviar propaganda personalizada con mensajes personalizados enfocados en tus puntos de interés para crear un mensaje lo más eficaz posible
- Pueden averiguar cómo contactar contigo de forma privada, pudiendo acceder a tu mail o teléfono.
- Conocer los problemas a los que las personas dan prioridad. Al igual que ocurre en marketing cuando se crea un buyer persona, con la propaganda electoral personalizada se pueden atacar aquellos puntos más débiles o preocupaciones, tanto de forma positiva explicando las propuestas que va a realizar el partido en ese sentido, o también de forma negativa, enfatizando los errores de otros partidos.
¿Qué tan importante es el Big Data en política?
Es prácticamente imposible ganar unas elecciones sin tener en cuenta qué es lo que necesita o quiere el ciudadano. Por eso, los dirigentes que usan el Big Data van un paso por delante frente al resto. El Big Data les permite acceder a una gran cantidad de información sobre su electorado para saber cómo adaptar las propuestas a los ideales de los votantes y así diseñar campañas mucho más efectivas.
Las campañas políticas han experimentado en las últimas décadas un cambio radical. Los expertos y graduados en máster en comunicación política e institucional, ejercían un rol fundamental hace unos años. Aunque no han perdido importancia, han entrado en juego otros especialistas como los graduados en máster en marketing digital y redes sociales. De ahí la importancia del Big Data en las campañas electorales.
Las formas de comunicar han cambiado, y actualmente los políticos difunden mensajes e interactúan con su electorado por medio de cuentas oficiales de redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram o Youtube. Esos mensajes deben ser adaptados a cada red, y es ahí donde entra el análisis de datos. Las formas cambian y la era de la tecnología ha llegado. La importancia del Big Data en una campaña electoral es fundamental y todas las organizaciones y partidos políticos deben tenerlo en cuenta.