La avenida principal de Petropavlivka ubicada al este de Ucrania, refleja el vacío de la población que antes tenía 1.000 habitantes hasta que comenzó la invasión rusa. El 80% de las familias se han ido, la primera nevada es prácticamente imposible poderse encontrar a personas en la calle.
Los habitantes comentan que «los niños y los jóvenes han desaparecido también la región esta dominada por los adultos mayores de 40 años y las personas que están pensionadas».
La nieve ha empeorado la crisis energética en los pueblos, en donde no hay ni luz, ni agua, ni calefacción. Todas las casas antes de que ocurriera la guerra estaban preparadas con instalación de calefacción centrales, ahorita ninguna de esas casas están en las condiciones para poderse calentarse con leña. Eso suma un problema para los habitantes de esa entidad.
Unos de los residentes de esa zona, Vladimir Zahorulko dió a conocer que “primero colgamos un cartel muy grande con ´hay niños´escrito. Y justo pasó un dron, leyó el letrero y bombardearon. No todo lo sucedido ha sido en un día. Primero atacaron en un lado de la casa, luego la propia casa, en total han caído cinco minas. Han destruido todo”.
Las calles de Petropavlivka han estado muy presente la batalla que ocurrió en septiembre el ejercito de Ucrania para echar a las tropas rusas que se habían asentado en la zona desde hace meses. Los vecinos conviven todavía con vehículos que se han quedado calcinados y ahora cubierto por la nieve en mitad de las calle.
A pocos kilómetros de la zona se encuentran las posiciones que el ejercito de Ucrania trata de seguir avanzando hacia la región de Lugansk.
Hay decenas de personas que están esperando la ayuda humanitaria. Todos los vecinos dependen de esa ayuda.
La habitante de Petropavlivka, Maria, informó que, “Voy por la ayuda humanitaria uno o dos veces por semana. Nadie avisa cuando llega, solo me entero por los vecinos”.
Nadezhda y Valentina, otras de las residentes de la zona puntualizó que, “No tenemos palabras para describir lo fuerte que son los disparos”, Valentina añadió que, “Todo el tiempo, tampoco tenemos gas, electricidad, ni agua”, Nadezhda finalizó que, “No sabíamos que la guerra empezaría en nuestra casa en invierno. Es difícil sobrevivir aquí. En mi calle todo esta destruído. Antes vivían 41 familias en sus casas, ahora solamente viven cinco. Todo está destruído allí, es horrible”.