Human Rights Watch (HRW) denunció este jueves a través de su informe anual, que la administración de Nicolás Maduro “usó” el estado de emergencia por COVID-19, para “intensificar su control sobre la población” de Venezuela.
“Ellos usaron el estado de emergencia puesto en marcha en respuesta al COVID-19 como pretexto para intensificar su control sobre la población. La falta de independencia judicial contribuyó a la impunidad de sus delitos. Las autoridades judiciales han participado o sido cómplices en los abusos”, se lee en el informe de HRW.
La organización señaló que Venezuela se encuentra “en una emergencia humanitaria severa, con millones de personas sin acceso a atención sanitaria o una nutrición adecuada”.
“El acceso limitado a agua segura en los hogares, centros de atención médica; y un plan de vacunación afectado por la opacidad puede haber contribuido a la difusión del COVID-19”, explica el informe.
Por otro lado, HRW señaló que el Gobierno venezolano y los organismos de seguridad “son responsables de las ejecuciones extrajudiciales; y de desapariciones por un corto periodo de tiempo. Así como el encarcelamiento de opositores, procesar a civiles en tribunales militares y torturas a los presos”.
Igualmente, la organización hizo referencia en su informe, a las elecciones regionales y municipales del pasado 21 de noviembre y señaló que “algunos opositores fueron arbitrariamente descalificados”.
Además, que resaltó que se evidenció durante los comicios un “acceso desigual a los medios de comunicación”.
Asimismo, HRW reiteró que “el éxodo de venezolanos que huyen de la represión y la emergencia humanitaria, representa la mayor crisis migratoria en la historia reciente de América Latina”.