Por williams Bracamonte
En el estado Sucre, al igual que en el resto del país, la población ha buscado no solo sobrevivir a la pandemia del Covid-19, sino también a la de la violencia, que lo ubicó en el tercer lugar del ranking nacional en 2020, con una tasa de 61,3 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, de acuerdo a los resultados presentados por el Observatorio Venezolano de Violencia en Sucre (OVV Sucre).
Durante el primer trimestre de 2021, se registraron 28 sucesos en el estado, según datos del Observatorio de Prensa (OP) del OVV Sucre.
Con 11 muertes violentas, es decir, 39% del total de hechos ocurridos, enero fue el mes más violento del trimestre, seguido por marzo con 10 casos, equivalentes al 36%, y febrero con siete, es decir, 25% del total de hechos registrados.
Los municipios más violentos de la entidad oriental durante el primer trimestre fueron Sucre (Cumaná) con 53,6% de los casos registrados, Bermúdez con 10,7%, Arismendi (Río Caribe) y Mariño con 3,6%; mientras que Valdez (Güiria), Montes (Cumanacoa), Ribero (Cariaco) y Cruz Salmerón Acosta, registraron cada uno 7,1% de los hechos violentos ocurridos.
La acción de la letalidad policial y los grupos armados no estadales ha quedado en evidencia y se fortalece en los 15 municipios, parroquias y calles, para ejercer el control del territorio por tierra y por mar.
Trece de los hechos registrados durante el primer trimestre (46%) tuvieron participación de los cuerpos de seguridad del Estado. En ese sentido, los resultados del trimestre arrojaron que funcionarios de la policía del estado Sucre tuvieron participación en 54% de las muertes violentas registradas, seguidos por la policía municipal y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), en 15% de los casos, respectivamente.
Pobreza latente
El panorama no luce esperanzador para la entidad con más municipios en condiciones de pobreza, de acuerdo a los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI).
El estado Sucre tiene cuatro municipios que alcanzan 100% de población en pobreza: Cruz Salmerón Acosta, Libertador, Montes y Valdez. En el país, ninguna otra entidad tiene tantos municipios en una situación tan grave.
Según los datos de la ENCOVI, para inicios del año pasado -antes de la pandemia-, 95% de la población del municipio Sucre del estado se encontraba por debajo de la línea de pobreza, y de esa manera, junto con Cojedes y Yaracuy, la entidad oriental es considerada de las más pobres del país.
Las potencialidades turísticas y pesqueras que han sido pregonadas como propaganda política han sido desestimadas por la realidad aplastante, que ha dejado a los pueblos desolados con productores que prefieren abandonar la productividad agrícola frente a las amenazas de extorsión y los pescadores han sido dejados en el olvido, producto de la escasez de gasolina, entre otros factores.
Solo en la Península de Araya, la productividad pesquera se redujo en 95% de acuerdo al balance ofrecido en el mes de marzo por la Asociación de Pescadores del municipio Cruz Salmerón Acosta, puesto que para cumplir una faena de pesca de 10 a 12 días hasta la isla de Cubagua se requieren entre 1.300 y 1.500 litros de gasolina, pero solo reciben suministro de 120 litros al mes. Los habitantes de la península no cuentan ni siquiera con lancha ambulancia para el traslado de los pacientes hasta la emergencia del Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa).
Mientras tanto, los comerciantes han visto mermada su capacidad productiva debido a la falta de estímulo, el incremento de las tarifas de los servicios públicos (electricidad, agua, aseo urbano, entre otros), que deben pagar en divisas, y la inestabilidad jurídica que los amenaza.
El balance de la Cámara de Comercio Industria y Producción de Cumaná señala que 510 empresas privadas han cerrado en los últimos tres años y al finalizar el 2020 solo quedaban operativos 623 patronos y empleadores privados en la primogénita del continente.
Mi respeto y reconocimiento al Sociólogo WILLIAM BRACAMONTE autor del anterior artículo de opinión, por recopilar con estricto rigor científico la investigación socio económica la cual afecta sensiblemente las actividades normales de la familia sucrense.