Son pocos quienes nacen con esa sensibilidad social a flor de piel para ponerla al servicio del prójimo, de los más necesitados. En la revolución los hay, en cantidades mínimas; pero lo hay. Puedo hablar con propiedad de dos de ellos: Yván José Silva, hijo de dos extraordinarios venezolanos que con esfuerzo lograron levantar una honorable familia (Don Erasmo José Silva y Doña Gladys de Silva). A Yván lo conocí hace más de veinte años. Me lo presentó mi amigo y mi hermano de toda la vida: Luis Alfredo Betancourt «Pata e’ Cumbia» compañero de labores en el desaparecido diario Región Oriente. Desde entonces hemos cultivado una bonita amistad.
Recuerdo como en la hora aquellas palabras de Yván: «Señor Manuel, voy a crear la Fundación «Una Sonrisa Por La Vida», quiero que ustedes acepte ser el tesorero». No dudé en aceptar. Con dicha Fundación llevamos alegrías a diferentes personas en todo el Municipio Sucre, quienes estaban necesitadas de ayudas técnicas como andaderas, bastón, muletas, sillas de ruedas o donaciones para realizarse exámenes médicos, balones de fútbol para los jóvenes. La comunidad de El Arroyo fue una de las consentidas por Yván.
Cuando lo nombran director del comedor popular colaboramos con él en la difusión periodística del trabajo que allí se hacía. Los abuelos de esa época amaban a Yván e Yván amaba a esos bellos abuelitos, quienes a diario recibían una comida balanceada, atención médica, esparcimiento y recreación a través de programas culturales.
Seguramente algunos no saben que Yván Silva fue delegado fundacional del PSUV, elegido por una mayoría abrumadora, presidente de la Fundación una sonrisa por la vida, nombrado director de los comedores populares reactivó el de Cumaná y Carúpano con atención a más de 490 abuelos, director de deporte del Municipio Sucre. A muy temprana edad participó en mesas de trabajo, en Viena Austria, en una delegación de países exportadores de petróleo. Se dio un descanso de la vida política por no estar de acuerdo con la política implementada por el gobernador Edwin Rojas en el cierre de los comedores populares de los abuelos. El comedor de la Mariño continúa cerrado. El amigo Silva ha decidido en estos tiempos, cuando se respiran nuevos aires, regresar a la vida pública del Estado para seguir sirviendo a su gente.
Al preguntarle que lo motivó a regresar expresó sin vacilar: «el afecto que siento por cada uno de mis compañeros tanto de Psuv y de los partidos aliados, así como por todos los que participan en la democracia del país. Además, la gente en la calle siempre me anima a no ceder los espacios desde donde puedo aportar algo a la ciudad» ¡Bienvenido!
Otra de las personas que la caracteriza la humildad y el tesón por el trabajo es Yelitza Nazareth, quien ha sido diputada a la Asamblea Nacional, delegada fundacional del PSUV. Miembro del equipo político estatal, actualmente trabaja en la organización del equipo político municipal del partido del presidente Chávez. Desde todos los espacios que le ha correspondido asumir Yelitza ha mostrado su lealtad con los ideales de la revolución y siempre con la mano amiga para ayudar a quien lo necesite. Yván y Yelitza son dos dirigentes, dos sucrenses fuera de serie que sin mezquindad debemos reconocer el aporte que han hecho a nuestro estado Sucre. Seguro estoy que hay más que tienen como lema «vivir para servir»; pero resulta que nadie los destaca, por aquello que es más fácil promocionar lo negativo. Recuerden, las tinieblas no prevalecerán contra la luz.
Por: Manuel Figueroa Véliz.
Pasante: Olifrancys Betancourt- UCSAR Cumaná.