Portugal logró una sufrida victoria ante Ghana por 3-2, este jueves en partido del Grupo H del Mundial, después de que Cristiano Ronaldo venciera la resistencia africana al transformar un penal en el minuto 65, que le convirtió en el primer futbolista de la historia en anotar en cinco Mundiales.
El portugués logró su octavo gol en 18 partidos, después de haber anotado uno en Alemania-2006, otro en Sudáfrica-2010 y otro más en Brasil-2014, con cuatro en Rusia-2018, incluido un hat-trick contra España.
Cuando el partido estaba atascado para Portugal con un empate sin goles, Cristiano Ronaldo recibió un centro al área desde la izquierda y forcejeando con el defensa Mohammed Salisu cayó al suelo, decretando penal el árbitro estadounidense Ismail Elfath.
Ghana, pese a todo, logró empatar en una de las pocas aproximaciones en el minuto 73, por medio de Andre Ayew, al recibir un centro desde la izquierda.
Pero Portugal, al que le había costado encontrar el gol, se repuso, y anotó dos tantos más, por medio de Joao Felix (78) y Rafael Leao (80), en dos semicontragolpes, precisamente cuando Ghana se había envalentonado.
Con el partido resuelto, Ghana anotó un tanto más, por medio de Osman Bukari (89).
El encuentro se adivinaba como un duelo entre Cristiano Ronaldo, el afamado delantero portugués, con cinco Mundiales a sus espaldas, a sus 37 años, e Iñaki Williams, de 28, recién ‘fichado’ por Ghana, nacido en Bilbao y que llegó a jugar un amistoso contra Bosnia con la selección española.
Portugal líder de grupo
Portugal dominaba con un técnico centro del campo y tres hombres adelantados, ya que a Cristiano Ronaldo le apoyaban mucho por los costados Joao Felix y Otavio, pero solo el exjugador del Real Madrid llevaba peligro.
Iñaki Williams, por su parte, esperaba en vano que algún balón le llegase, con poco éxito. Casi no tocó el balón.
Ghana, con su ordenada defensa de cinco hombres, sobrevivía como podía a las embestidas lusas.
Cristiano Ronaldo llegó a marcar un gol cumplida la media hora, pero el árbitro lo anuló al considerar que previamente había empujado a Alexander Djuku con el brazo.
El decorado no cambió en el segundo tiempo y se mantuvo el acoso luso, con algún raro contragolpe africano.