Cientos de estudiantes, en su mayoría procedentes de institutos de secundaria, se manifestaron en la gran alameda de Santiago, en los alrededores del Palacio de La Moneda, al tiempo que el presidente de la República, Gabriel Boric, se preparaba para anunciar su primer gran cambio de Gobierno.
La marcha, que comenzó de forma pacífica, desembocó pasado el mediodía en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y efectivos antidisturbios, que utilizaron gases lacrimógenos y camiones con mangueras de agua a presión para reprimir a los grupos más violentos, que lanzaban piedras contra las autoridades.
Las manifestaciones de estudiantes de secundaria, que exigen mejoras en educación, becas y acceso a la universidad, se han repetido a lo largo de los casi seis meses que lleva el Gobierno de Boric, pero sin la virulencia y sin el masivo grado de convocatoria que tuvieron las protestas que en 2019 llevaron al «estallido social».
El propio Boric participó y fue uno de los animadores de las protestas estudiantiles en 2011, y ha declarado en varias ocasiones que las movilizaciones en la calle son un termómetro para que el Gobierno no olvide sus responsabilidades.
El mandatario acometió un profundo cambio en su gabinete, con un giro hacia el centro izquierda, fruto de la presión de la oposición y del aplastante triunfo de la opción del «rechazo» en el plebiscito obligatorio sobre el cambio de la Constitución celebrado el pasado domingo.
Una reestructuración que planeaba desde hace semanas por las críticas y los errores de algunos de los ministros más destacados y por las tensiones que existen en el oficialismo.
