El ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Remigio Ceballos, anunció este jueves que hay dos detenidos implicados por el magnicidio del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido durante su luna de miel el pasado 10 de mayo en Cartagena, Colombia, quienes serán juzgados en Venezuela.
Indicó que estas personas formaban parte de un grupo estructurado de delincuencia organizada dedicada al tráfico ilícito de drogas. “Hemos iniciado un proceso ordenado por el presidente Nicolás Maduro de coordinación entre Colombia y Venezuela para la lucha permanente y directa contra el delito”, informó.
Ceballos explicó durante una rueda de prensa que los ciudadanos: Gabriel Carlos Salinas Mendoza, quien posee registros policiales por secuestro y una orden de captura de la Fiscalía de Cartagena en Colombia con boleta azul de la Interpol, y Carlos Javier Gómez Gómez quien también posee una solicitud del tribunal tercero, fueron detenidos este miércoles por la Policía de Chacao.
“Venezuela en el artículo 69 de la Constitución prohíbe taxativamente la extradición de los venezolanos, por lo tanto serán juzgados con el sistema judicial venezolano”, dijo Ceballos.
Salinas sería el conductor del transporte acuático, dijo Ceballos.
Aseguró que Venezuela irá «aportando» a los Gobiernos de Colombia y Paraguay «toda la información necesaria de estos individuos de alta peligrosidad».
“Venezuela es una nación que respeta el derecho internacional y los convenios internacionales. Tenemos un profundo respeto a los derechos humanos, estamos luchando contra el terrorismo en todos los niveles”, afirmó el vicepresidente sectorial para la Seguridad Ciudadana y la Paz.
El ministro presentó un video en el que Salinas -quien conducía la moto acuática en la que se movilizó el homicida de Pecci- confiesa su responsabilidad en este asesinato por el que recibió, afirmó, un pago de 8.000 dólares estadounidenses.
Francisco Correa, el exmilitar a quien la Fiscalía colombiana considera el articulador del crimen, dictó las órdenes para este caso y entregó el arma con que Wendret Carrillo (detenido en Colombia, donde confesó su culpa) disparó al fiscal en una isla cercana a Cartagena de Indias, según el relato de Salinas.
El joven aseguró haber estado preso en Venezuela por homicidio y secuestro hasta que este año se trasladó a Colombia -aunque no explicó cómo salió de prisión-, donde conoció a Correa y se sumó al plan homicida, sin revelar detalles sobre los autores materiales de este crimen, algo que la Justicia colombiana todavía no tiene claro.
Por su parte, Gómez confesó en su declaración que posee registros policiales en Venezuela y que se trasladaba junto a Salinas por Caracas este martes, cuando ambos fueron detenidos, sin mencionar ninguna relación con el asesinato de Pecci.
