Richarlison puso brillo al debut de Brasil este jueves en el Mundial de Catar al marcar los dos goles de la victoria contra una dura y aguerrida Serbia, uno de ellos en una espectacular chalaca.
El delantero del Tottenham (ENG), que disputa su primera Copa del Mundo, resquebrajó a la defensa balcánica en el segundo tiempo (62, 73) y puso a la «Seleção», una de las favoritas al título, al frente del Grupo G. Le sigue Suiza, que venció 1-0 a Camerún más temprano.
Sin un Neymar lúcido, que dejó el campo (79) después de un golpe, el camisa «9» de 25 años rescató a una «Canarinha» que sufrió para desactivar el férreo sistema defensivo planteado por Dragan Stojkovic, resistente hasta el minuto 62 en parte por los reflejos del portero Vanja Milinkovic-Savic.
Ambas selecciones chocaron en el despampanante estadio Lusail, ocupado casi en su totalidad (capacidad para 88.966 personas) y que albergará la final del torneo el 18 de diciembre. Aunque las camisetas «amarelas» fueron mayoría, poco contagiaron la tradicional pasión sudamericana.
En la segunda jornada, el lunes, Brasil enfrentará a Suiza en el estadio 974. Serbia y Camerún, en tanto, chocarán por mantenerse vivos el mismo día, aunque más temprano, en el Al Janoub.
Hueso duro de roer
Sin complejos ni temores y haciendo un “fútbol inteligente”. En el primer tiempo, Serbia cumplió a cabalidad las consignas lanzadas por su entrenador un día antes del debut en la primera Copa del Mundo celebrada en un país árabe.
Las «Águilas» incomodaron en demasía a los pentacampeones y su formación ofensiva, en la que Casemiro fue el único volante de contención, respaldado por un hombre de perfil creativo como Lucas Paquetá.
Poco tuvo que ver la elección de Tite por un equipo que saliera a proponer con la dificultad que encontraron para desarrollar su juego: entre la fortaleza física serbia y el planteamiento de Stojkovic cortaron los circuitos brasileños.
Los cuatro atacantes puros del «scratch» apenas provocaron tres chances de anotar en los primeros 45 minutos, en un córner cobrado por Neymar (13) que Milinkovic-Savic evitó que fuera gol olímpico; en una asistencia de Thiago Silva (27) que dejó a Vinicius Jr cara a cara con el portero, cuya salida rápida dispersó el riesgo; y en un remate malogrado por Raphinha (34).
Hostilizado por los hinchas balcánicos con alguna frecuencia cuando tocaba la pelota, «Ney» se contuvo ante las faltas rivales (5) que interrumpieron sus deseos de hacer daño.
La apuesta de Serbia de alinear a un solo hombre en punta, Aleksandar Mitrovic, dejando en el banco a su compañero de ataque, Dusan Vlahovic, le permitió copar el mediocampo y mortificar a Brasil.
Aunque la tarea estuvo incompleta, pues Alisson fue un mero espectador debido al sacrificio defensivo de Mitrovic y el capitán Dusan Tadic.
La retaguardia sin embargo tuvo resquebrajamientos en el inicio de la segunda parte, especialmente por las desconcentraciones de Nemanja Gudelj y la lucha de Raphinha y Vinicius Jr en las bandas.
El extremo del Barcelona (ESP) atormentó al volante del Sevilla (ESO), forzándolo incluso a perder el balón al borde del área (46) y provocando una nueva intervención de Milinkovic-Savic. Stojkovic reaccionó pronto y sustituyó a Gudelj (57) por Ivan Ilic.
Cuando sus manos no acallaban los intentos de asonada de Brasil, el portero del Torino (ITA) contaba con la ayuda de los palos, como en dos disparos lejanos de Alex Sandro (60) y Casemiro (81).
La suerte, empero, no suele ser eterna
El único rebote que dio en el partido, a un remate de Vinicius Jr tras una jugada de Neymar, fue aprovechado por la pierna derecha de Richarlison para alivio de un Brasil que al regresar de los vestuarios se mostraba más incisivo.
Luego tendría más actividad, y una estirada solamente útil para embellecer la tijera de Richarlison, quien recepcionó con la zurda un pase de Vinicius jr, se giró y conectó un derechazo para anotar un tanto de alivio y que con seguridad peleara el podio de los más bonitos del Mundial de Catar.