Los cambios políticos y económicos emprendidos por Alemania para superar los problemas internos a raíz del conflicto en Ucrania han sido más fáciles de lo que cree el presidente de Estados Unidos (EEUU) según las declaraciones hechas por el canciller alemán, Olaf Scholz, en una entrevista con CNN publicada el domingo.
«Nos independizamos del suministro de gas, carbón y petróleo de Rusia. Nadie esperaba hace un año que nuestra economía pudiera sobrevivir fácilmente a una situación en la que Rusia ya no suministra gas a Alemania y a muchas partes de Europa. Pero lo hicimos», destacó Scholz.
El viernes, el canciller alemán se reunió con el presidente de EEUU, Joe Biden, en Washington. Durante el encuentro, el mandatario estadounidense habló sobre las enormes transformaciones emprendidas por Scholz el año pasado y de lo «difícil» que resultó para el país europeo.
«Usted ha impulsado cambios históricos en su país, como el aumento de los gastos de defensa y el desvío de las fuentes de energía rusas. Sé que no ha sido fácil. Ha sido muy difícil para usted», dijo Biden a Scholz.
Durante la entrevista, el líder alemán enumeró las medidas emprendidas por su Gobierno para compensar el déficit energético causado por el conflicto y las sanciones antirrusas. Según Scholz, el aumento de importaciones de gas natural licuado desde los puertos occidentales de Europa, la construcción de nuevos puertos en el norte de Alemania y la operación extendida de las plantas de carbón y centrales nucleares, es lo que permitió incrementar la generación eléctrica.
«No hay crisis económica en Alemania ni escasez de gas o algo así», aseguró el canciller remarcando también la estabilidad social en su país.
Mencionó que su Gobierno gastó un total de 300.000 millones de euros en estabilizar la economía y ayudar a la gente común ante la inflación y el aumento de los precios de energía.
Acerca de los gastos militares, confirmó la meta del 2 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional acordada con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), además de remarcar que el presupuesto militar alemán es el mayor de la Unión Europea (UE) y que quiere que sea aún mayor.
Para garantizar el suministro de armas, equipos y municiones al Ejército se requiere «que la industria lance la producción», precisó Scholz. Con este fin, se ha acordado un fondo de 200.000 millones de euros en el Parlamento para que «se puedan tomar decisiones necesarias para el suministro a largo plazo».
«Mi idea es que debemos cambiar la forma de manejar la industria de defensa. Es nuestra necesidad y la aprendimos de la guerra en Ucrania», subrayó.
«Necesitamos un suministro permanente, así que las armas que usamos deben ser fabricadas todo el tiempo. Esto también se refiere a todo el mantenimiento necesario y a las municiones», explicó.
El canciller reiteró la determinación de Berlín de continuar apoyando a Kiev, tanto en el aspecto financiero como armamentista. En este sentido, recalcó que Alemania proporciona la mayor ayuda al país eslavo en la Europa continental, con un desembolso de recursos estimado en 14.000 millones de euros. «Y lo seguiremos haciendo», aseguró.
Debido a la crisis energética, Alemania dio luz verde al reinicio de operaciones en termoeléctricas alimentadas por carbón que estaban en desuso o debían cerrarse a pesar del plan de la Comisión Europea aprobado en mayo de 2021 para reducir los niveles de contaminación y alcanzar la neutralidad climática para el año 2050 apostando cada vez más por las energías renovables.
Alemania está quemando carbón para producir electricidad al ritmo más rápido de los últimos seis años, reportó en diciembre pasado Bloomberg.