La detención del presidente Vladimir Putin por un país extranjero a raíz de la orden de arresto emitida la semana pasada por la Corte Penal Internacional (CPI) equivaldría a «declarar la guerra» a Moscú, advirtió el exmandatario ruso Dmitri Medvedev.
«Imaginemos la situación (…) El jefe de Estado de una potencia nuclear va, digamos, a Alemania, y es detenido. ¿Qué es eso? Una declaración de guerra contra Rusia», declaró el miércoles por la noche Medvedev, actual número dos del Consejo de Seguridad ruso.
Si eso ocurre, «todas nuestras capacidades, como misiles y otros, se dirigirán contra el Bundestag (el parlamento alemán), la oficina del canciller y así sucesivamente», añadió Medvedev.
La CPI, con sede en La Haya, emitió la semana pasada una orden de captura contra Putin, acusado de crímenes de guerra, por la «deportación» de niños ucranianos en la ofensiva de Moscú contra Ucrania.
Según Kiev, más de 16.000 niños ucranianos habrían sido deportados a Rusia desde el inicio de la ofensiva hace poco más de un año y muchos habrían sido trasladados a instituciones y casas de acogida.
La CPI denunció el miércoles las «amenazas» de Moscú, después de que la justicia rusa anunciara la apertura de una investigación penal contra varios de sus jueces y su fiscal, Karim Khan.
A inicios de semana, Medvedev amenazó a la CPI con un ataque de misiles e invitó a sus magistrados a «mirar el cielo con atención».
Rusia, que no reconoce la CPI, considera la orden de captura contra Putin jurídicamente «nula».