El Mercado Campesino de Barcelona, actualmente, sólo funciona los sábados debido a las adversas condiciones económicas del país y a la falta de apoyo gubernamental para sostener las actividades. Así lo denunció José Rodríguez, trabajador de ese centro de expendio.
“El único que se preocupó en su momento por levantar esto en beneficio del pueblo fue el alcalde José Pérez Fernández. El resto de los mandatarios locales ni se molestaron en venir a hablar con nosotros y canalizar nuestra necesidades”, aseguró.
Mencionó que la actual alcaldesa, Sugey Herrera, y el gobernador de Anzoátegui, Luis José Marcano, tampoco se han hecho presentes.
Actividad en declive
Pese a que 75% del total de comerciantes que solían expender sus productos en el Mercado Campesino, provenientes en su mayoría de localidades como Bergantín (zona rural de Bolívar) y Santa Inés (municipio Libertad), están asistiendo los sábados, las ventas se mantienen bajas.
“Cuando esto se inauguró en 2008, se laboraba todos los días. Pero desde 2017 para acá, la gente ya no compra lo mismo y eso conllevó, de cierta manera, el abandono del recinto y su deterioro”, agregó Rodríguez.
Trabajadores que hacen vida en el mercado popular barcelonés destacaron que necesitan iluminación, así como el resguardo de las instalaciones por parte de efectivos policiales.
También exigen atención gubernamental para implementar políticas que regresen la productividad que una vez tuvo ese lugar, lo cual sería beneficioso para la ciudadanía y los campesinos.