Quienes viven en zonas alejadas a las principales avenidas de Barcelona manifestaron que deben buscar la forma de deshacerse de la basura en botaderos improvisados o quemándola, ya que los camiones no llegan hasta sus residencias.
Ana Loraima, habitante de Guamachito, señaló que el aseo pasa por el sector una vez cada dos meses, “cuando mucho”, por lo que ella, al igual que sus vecinos, deben quemar los desechos en los patios o depositarlos en la avenida Cajigal.
“Cuando deciden entrar a la comunidad, es para pedir colaboración en comida y después se vuelven a desaparecer”, afirmó.
Tony Bermúdez, quien reside en Madre Vieja, al lado de La Aduana, comentó que la entrada de este lugar se ha convertido en un vertedero por el mismo problema.
«Allí la basura se acumula como por 15 días hasta que deciden pasar y recogerla», dijo. Agregó que esta insalubridad provoca la proliferación de moscas y roedores que invaden las viviendas más cercanas.
Denuncias sin ser atendidas
Mientras tanto, la subida al sector Pele El Ojo, aledaña a la avenida Argimiro Gabaldón (antigua Vía Alterna), se ha convertido en un depósito de desechos y escombros a cielo abierto.
La vecina Eliana Yánez expresó que han tomado fotos y videos en reiteradas ocasiones, para denunciar públicamente la situación, pero que aun así no ha habido respuestas por parte de las autoridades locales.
Enfatizó que el aseo urbano pasa dos veces al mes, por lo cual deben trasladar la basura, en sus carros, hasta donde sí circule con regularidad el camión, para no contribuir con las » mañas» de otros.
Estos ciudadanos coincidieron en que es necesaria la presencia regular de las recolectoras de los desechos sólidos en las zonas residenciales y no solamente en las vías principales.
De esta manera, consideran, se evita la creación de vertederos improvisados y los efectos negativos de la quema de basura en viviendas; además de sembrar la costumbre de sacar los desperdicios los días establecidos por los prestadores del servicio.
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