La presidenta de Fedecámaras Anzoátegui, Monique Loffredo, consideró “positiva” la decisión del gobierno venezolano de devolver a sus dueños las instalaciones del Sambil de La Candelaria, en Caracas, tras ser expropiadas en 2008, pues ello significa “un cambio de línea de acción hacia lo económico”.
Resaltó que “siempre es interesante saber que hay una recogida de una política que fue muy dañina para el sector empresarial venezolano y que, sobre todo, contribuyó a la poca confianza de inversión en el país”.
En cuanto al impacto de este tipo de acciones a nivel regional, de replicarse también, dijo que representaría una recuperación empresarial y la creación de nuevos puestos de trabajo para los anzoatiguenses.
Lofrredo señaló que el sector comercial, por ejemplo, es uno de los que más rápido se reactiva y explicó que aunque en Anzoátegui ha tenido un “leve repunte” en su productividad, eso solo ha sido la respuesta a la migración de algunos vendedores a otros rubros como licores y alimentos.
Sin embargo, aseguró que lo que los mantiene a la expectativa es una posible reapertura petrolera.
“Esto sería muy provechoso, ya que es la esencia económica del estado, y la industria petrolera es capaz de motorizar al resto de los sectores”, dijo Loffredo.
Aunque hasta los momentos lo que se sabe es que el Estado mantiene conversaciones con representantes de Estados Unidos, para la exportación de crudo, la posibilidad de que se reactive la productividad en este campo es “esperanzadora” para los empresarios y comerciantes.