Líderes empresariales vecinos del país explican el complejo escenario para la llegada de capital extranjero.
Luego de años de divorcio ideológico, las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela viven una especie de acercamiento a raíz de la anunciada reapertura comercial de la frontera entre el departamento Norte de Santander y el estado Táchira.
Este contacto, que obedece a la presión social de la población fronteriza y gremios económicos, fue aprovechado por Nicolás Maduro, gobernante de Venezuela, para invitar al empresariado colombiano a invertir en el vecino país.
Estas palabras fueron cuestionadas en su momento por actores económicos colombianos, quienes aseguraron que la falta de seguridad jurídica es el mayor escollo a la hora de invertir en dicho país, eso sin tener en cuenta la crisis política, económica y social vigente.
Esta visión también la comparten las empresas venezolanas. Luis Alberto Russian, presidente de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiano (Cavecol), señaló que más allá de las palabras debe haber una muestra de mayor compromiso.
“Se trata de volver a generar la confianza. No podemos ser ingenuos pensando que todo va a ser maravilloso porque de fondo hay una visión diferente, pero efectivamente, si hay una invitación es porque ha sido evaluado de que necesito del otro o me gustaría que el otro viniera”, analizó.
A su turno, François Galletti, presidente de la Cámara de Comercio de Maracaibo (Zulia, occidente), vio con buenos ojos la invitación pero comprende que aún existe mucho recelo por lo sucedido en el pasado.
“Claramente entendemos que hay gente que se abstiene de invertir cuando las condiciones sociales y políticas, incluso de servicios públicos, no permiten recuperar tu inversión en el corto plazo. Hay una mala experiencia del pasado con parte de las deudas que no han sido canceladas. Todavía hay mucho recelo. Tendría que haber mayor garantía para que entren a invertir”, dijo Galletti.
Luigi Pisella, presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), señaló que para la llegada de capital colombiano deben darse ciertas condiciones de confianza y compromiso y la materialización de la reapertura de la frontera entre ambos países es una de ellas.
¿QUÉ GARANTÍA JURÍDICA EXISTE?
Tras ser un ejemplo de integración regional en materia comercial, Venezuela y Colombia no poseen en la actualidad relaciones diplomáticas y el mermado intercambio de bienes y servicios se realiza bajo el paraguas de un acuerdo de alcance parcial desde 2011, año en el que el país abandonó la CAN.
Ahora bien, es preciso recordar que actualmente el Gobierno de Venezuela está sancionado por su par de Estados Unidos y como respuesta promulgaron la Ley Antibloqueo, con la cual buscan atraer inversiones, especialmente de países aliados.
Teniendo esto en cuenta, el posible inversionista o comerciante colombiano solo puede hacer operaciones comerciales con el sector privado de Venezuela, toda vez que las sanciones económicas no aplican sobre ellos y sí sobre el Gobierno, entendiéndose al poder central, regional y local, en cualquiera de los cinco poderes que reconoce la Constitución. Esto incluye a empresas del Estado y al Banco Central del país.
Asimismo, el posible inversionista deberá conocer si es “persona de los Estados Unidos”, es decir, los ciudadanos estadounidenses, residentes permanentes en, las personas jurídicas constituidas conforme a las leyes de ese país, o constituidas según las leyes de otros países, pero que estén en los Estados Unidos.
En dicho caso, la operación podrá ser auditada por la OFAC.
Por otro lado, el futuro inversionista también deberá evaluar aspectos de la actual Ley Antibloqueo, que cuenta con un apartado con el cual el gobierno venezolano podría, siempre que se considere conveniente, expropiar los bienes o el negocio por medio de una operación secreta sin derecho a reclamo.
¿EN QUÉ SE PUEDE INVERTIR EN VENEZUELA?
El presidente de Cavecol, Luis Alberto Russian, explicó que, en el caso de los empresarios colombianos, a la hora de invertir juega a favor el histórico conocimiento sobre el mercado venezolano, así como el bajo monto de inversión producto de la devaluación.
“En Venezuela sigue habiendo mucha gente que necesita productos básicos, servicios. Aún existen personas con un poder adquisitivo significativo. Esos 2 o 3 millones que aún tienen poder de compra pueden ser más representativos que otros mercados del continente. Esas son cosas que se toman en cuenta”, dijo el alto ejecutivo.
Russian habló también de “nichos de oportunidad” que podrían ser atractivos para el empresariado colombiano como el sector servicios, el mercado inmobiliario y el sector ganadero, el cual estaría interesado en una inyección de recursos ante la falta de financiamiento en el país.
Para Lorenzo Araujo, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia (Carabobo, centro) explicó que actualmente la economía del país está “muy orientada a importar productos terminados” más que producir de forma nacional “lo cual representa una oportunidad de negocios para productores extranjeros”.