Solo quedan pocos días para disfrutar de pie este 1 de octubre de tu último juego en las Grandes Ligas (MLB) como jugador activo. Fuiste grande en todo momento dentro del campo de juego, respetaste el deporte dentro de las dos líneas de cal, pero, sobre todo, disfrutaste cada momento en el plato, corriendo las bases, fildeando en la primera o tercera, y compartiendo con los fanáticos.
Ver cada una de las postales que nos han dejado los homenajes que te han dado en cada uno de los estadios de la MLB habla del respeto que te tienen como persona y como pelotero. Hay muchos grandes recuerdos que se pueden tener de ti: ese jonrón frente a Roger Clemens en la Serie Mundial, ese anillo de campeón con los Marlins de Florida, jugarte con José Altuve defendiendo la primera base, lograr la Triple Corona, y defender los colores de Venezuela en cada uno de los Clásicos. De los últimos momentos, me quedo con ese saludo de reverencia de Justin Verlander en ese juego entre Astros y Tigres.
Así fuiste tú, Miguel. Aunque faltan algunos juegos para verte hacer tus últimas hazañas en tu carrera, hoy quiero decirte gracias por estos 20 años de amor y entrega por el béisbol. Tu trayectoria te ha llevado a ser 2 veces MVP, 12 veces All-Star, 7 veces ganador del Bate de Plata, 2 veces Jugador del Año de las Grandes Ligas del Béisbol, 4 títulos de bateo, 1 Serie Mundial, Premio Hank Aaron y 1 Triple Corona de bateo. En cuanto a números, tienes más de 500 jonrones, más de 3000 hits, más de 1500 carreras anotadas y más de 1800 carreras impulsadas. Eso fuiste tú, Miguel, un entregado al deporte.
Siendo un novato de solo 20 años, te bañaste de gloria junto a tus Marlins de Florida, logrando el segundo anillo de campeón de la Serie Mundial para la organización, derrotando a los poderosos Yankees de Nueva York. Así comenzó tu carrera de éxitos, pero eso fue solo el comienzo de todo lo que vendría para el muchacho de La Pedrera, estado Aragua.
Obviamente, no podemos dejar de lado esas temporadas de aquel jovencito que jugaba con el uniforme de sus Tigres de Aragua y que los llevó a esos campeonatos. Miguel, gracias por lo que hiciste en Venezuela y fuera de nuestras fronteras. Disfrutamos siendo fanáticos del béisbol y de un venezolano que dejó nuestro país en lo más alto.
Tu influencia también se extendió más allá del campo gracias a tu Fundación, donde pudiste ayudar a muchos niños en Venezuela y en los Estados Unidos que enfrentaban situaciones delicadas de salud, educación y apoyo al bienestar social. Tu calidad humana trascendió muchas barreras, y tu impacto en la sociedad fue innegable.
Creo que la organización de los Detroit Tigers y la ciudad de Detroit te darán una gran fiesta para despedirte de pie, porque fuiste un pelotero que impactó tanto dentro como fuera del campo y sumó para esta organización.
Ahora esperamos también que la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) pueda reconocer toda tu carrera y que esa fanaticada a la que diste tanta satisfacción pueda despedirse de ti en tu país.
¡Gracias, Miguel!