El rey Carlos III del Reino Unido planea retirar al príncipe Harry y a su esposa, Meghan Markle, el usufructo de Frogmore Cottage, la residencia en los terrenos del Castillo de Windsor que ocupan desde 2019, para ofrecérsela a su hermano, el príncipe Andrés, según ha revelado el diario The Telegraph.
Una fuente cercana a los duques de Sussex, afincados de manera permanente en Estados Unidos, indicó al periódico que la decisión de negarles el uso de la vivienda que utilizan cuando viajan al Reino Unido «no ha sido bienvenida» por Harry y Meghan.
«Habían hecho de ese sitio su hogar», indicó esa fuente, que recalcó que los príncipes ven esa residencia como «el único lugar seguro que queda» para ellos cuando visitan el Reino Unido, después de que el Ministerio de Interior decidiera que no ofrecerá vigilancia policial a los duques, al haber dejado de ser miembros activos de la familia real.
El Palacio de Buckingham comunicó a los duques que deben abandonar la residencia en enero, días después de que Harry publicara su libro de memorias «En la sombra», según los medios británicos.
En la obra, el príncipe airea su mala relación con su hermano Guillermo, que según él llegó a agredirle físicamente en una ocasión, así como su fría relación con Camila, la reina consorte, entre otras revelaciones que han enrarecido aún más su trato con el resto de la familia real.
El plan de Carlos III responde además, subraya The Telegraph, a su intención de recortar el presupuesto asignado a su hermano Andrés, que recibe 249.000 libras anuales (280.000 euros) y reside desde 2003 en el Royal Lodge, una mansión de 30 habitaciones en Windsor Great Park.
Frogmore Cottage, con diez habitaciones, será en el futuro la residencia de Andrés, según el medio británico, que cita una fuente cercana a la casa real que asegura que el monarca no piensa dejar a su hermano «sin hogar ni sin dinero».