Es uno de los métodos para seleccionar un candidato de una o varias organizaciones y ser su representante en una elección constitucional. No es el único método de selección, por cuanto también existen las encuestas y el consenso.
Soy producto de unas elecciones primarias cuando mi organización política AD decidió elegir a sus candidatos para participar en las primeras elecciones de Alcaldes y Gobernadores. Fue una lucha difícil, extenuante y de ataques entre compañeros. Mi manera de ser no me permitió nunca alguna frase destemplada hacia mis compañeros contendientes, lo cual permitió que los perdedores, salvo 1, se incorporarán a mi campaña. Resultamos candidatos Eduardo Morales Gil para la Gobernación y mi persona para la Alcaldía.
En otros Estados y Municipios la situación fue aún más difícil. Ello trajo como consecuencia que Acción Democrática decidiera no volver a seleccionar sus abanderados por tal metodología sino a través de encuestas, salvo el caso de Carlos Andrés en el 88 que se realizó por Colegios Electorales.
Se pretende ahora, en una situación muy díficil por la cual están atravesando las fuerzas democráticas con una evidente fragmentación y una dirigencia de los partidos con muy baja aceptación y alto rechazo (algunos de ellos superando al propio Maduro) realizar tales primarias en donde incluso las bases del proceso no fueron consultadas a todas las fuerzas opositoras y no fueron llamadas a participar e incluso se les impide a varias su participación, lo cual traerá como consecuencia la posibilidad de seleccionar un candidato no preparado para gobernar y sin el apoyo de las mayorías, propiciando la continuación de Maduro.
A ello se suma una campaña absurda propiciada por dirigentes quienes en anteriores procesos llamaron a no votar y nos llamaron colaboracionistas a los que SI creíamos en la participación electoral, pero ahora a quienes no creemos en las elecciones primarias nos empiezan a descalificar y hasta vuelven a llamarnos colaboracionistas. En mi caso afirmo: no he sido, no soy, ni seré colaboracionista; no creo en las elecciones primarias, pero respeto a los que en ella creen; considero que el candidato unitario debe surgir de un consenso y por ese candidato votaré en el 2024 por cuanto «escarmiento en cabeza ajena» al preferir la experiencia de los chilenos con sus altos resultados. En caso de no ocurrir, votaré por el seleccionado en las primarias aún no creyendo en ellas y así no sea el mejor candidato por cuanto SIEMPRE HE VOTADO por un candidato opositor, no me he quedado en casa permitiendo tranquilamente ganen los del gobierno.
Dadas las graves circunstancias por la cual estamos atravesando, la mejor metodología es el consenso estableciendo unas bases de selección consensuadas también entre todos los sectores políticos, sin discriminaciones, con la participación de las fuerzas vivas más representativas de la sociedad venezolana.
Ello permitirá la selección de un abanderado que goce de prestigio y preparación para dirigir un gobierno de muy díficil conducción. No se trata de un líder, se trata del mejor preparado para poder GANAR, COBRAR Y GOBERNAR.
Candidatos, entre otros, quienes pudieran ser considerados están: Ramón Guillermo Aveledo, María Corina Machado, Eduardo Fernández, Lorenzo Mendoza, Henrique Capriles, Humberto Calderón Berti, Benjamín Rauseo, Leidy Gómez , Andrés Velásquez, Jorge Roig, Henry Ramos, Henry Falcón, Manuel Rosales, Luis Eduardo Martínez
En lo particular, respetando otros criterios, considero a Eduardo Fernández como el adecuado conductor de un nuevo gobierno de transición.
La Venezuela a recibir no es para muchachos, ni para inexpertos, ni mucho menos para quien no sepa negociar con el gobierno saliente. Grande Patricio Aylwin quien supo negociar con el dictador Pinochet, grande Mandela quien lo hizo con D Klerk (los dos últimos recibieron el Nobel de la Paz).
Sueño con la Venezuela posible, la de un nuevo amanecer esplendoroso, la de la reconciliación en donde los perseguidos de hoy NO sean los perseguidores de mañana, en donde sea posible pensar o cantar como El Arrebato en Gente Luminosa:
«Me quedo con quién me cuida
Me quedo con quién me valora
Con quién me hace reír
Y ríe conmigo da igual la hora
Me quedo con quién escucha atentamente mi desahogo
Con quién procura mi bien
Con quién se queda a pesar de todo….Me quedo con esa magia
De una lágrima compartida
Me quedo con quién me ayudó
A encontrar aquella salida
! Para reflexionar !
Eloy Gil