El número de muertos provocados por los devastadores terremotos que desde el lunes han azotado Turquía y Siria asciende ya a 25.000, de los cuales casi 22.000 fueron contabilizados solo en territorio turco.
Con este nuevo recuento, el número de heridos sube ya a 85.380 en ambos países.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que la cifra de muertos en Turquía ascendió a 21.848, mientras que la de heridos es de 80.104.
El recuento en Siria, por su parte, apenas ha cambiado respecto a la cifra que ofrecieron la víspera tanto el Gobierno del presidente Bachar al Asad como el grupo de rescatistas Cascos Blancos, que operan en áreas opositoras en el noroeste del país árabe.
La cifra de muertos en el país árabe es de 3.553, de los cuales 2.166 se han registrado en las áreas rebeldes.
En Turquía, pese a que los rescatistas siguen trabajando, en las últimas 24 horas sólo se han hallado con vida a 67 personas, entre ellas un bebé de dos meses, mientras que el número de cadáveres recuperados debajo de los escombros ha ido creciendo.
En la zona afectada en suelo turco vivían más de 13 millones de personas en diez provincias y se teme que miles de víctimas se encuentren aún bajo los escombros.
Entre los supervivientes la situación es muy complicada: Un millón de personas se han quedado sin hogar «según datos oficiales» en una amplia zona del sureste de del territorio turco, que es mayor que la superficie de un país como Portugal.
Por su parte, en Siria la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de cinco millones de personas se han visto afectadas en todo el país por los sismos, mientras que más de 300.000 «se han quedado sin hogar» en tan solo dos de las provincias azotadas por los temblores.
En las áreas opositoras del noroeste sirio, los Cascos Blancos declararon este sábado el fin de las operaciones de búsqueda de supervivientes, después de no haber hallado a nadie con vida bajo los escombros desde el jueves.
En esas áreas, un convoy con ayuda humanitaria de Naciones Unidas llegó este sábado a través de un paso fronterizo con Turquía, en el tercer envío realizado desde el terremoto del lunes y el primero con suministros específicos para los afectados por el seísmo.
El primer convoy de ayuda humanitaria de la ONU arribó al noroeste sirio el pasado jueves, casi cuatro días después de los seísmos que han devastado esta región.